Cada vez somos más conscientes de la importancia de implantar tratamientos multidisciplinares, necesitamos la participación de otro especialista para tratar una afección. En este post, nos vamos a centrar en la relación que existe entre la odontología y la logopedia, y porqué nuestro hijo puede ser derivado a un logopeda tras acudir a la visita de un dentista pediatrico; ambos profesionales trabajan de forma conjunta para abordar problemas relacionados con el habla, la alimentación y la salud bucal en los niños.

¿Cuando interviene un logopeda en un tratamiento dental?

El odontopediatra es el primero en tratar con el paciente y quien realiza una valoración inicial del problema. Si este detecta que existe algún tipo de distorsión, la lengua está mal colocada o el paciente respira por la boca, lo derivará a un logopeda; ambos profesionales trabajan de forma conjunta para abordar los problemas que surgen.

¿Que es un logopeda?

El logopeda es el especialista que se encarga de prevenir, diagnosticar, corregir y tratar alteraciones en la deglución, de los trastornos que afectan a la voz, el habla y al lenguaje tanto oral como escrito, mediante técnicas de reeducación.

¿En que casos está indicado el tratamiento logopédico?

El tratamiento logopédico está indicado en gran variedad de casos, el objetivo es atenuar y/o eliminar las dificultades que una persona puede presentar en la comunicación, la voz, el habla o el lenguaje. Algunas de las situaciones en las que se recomienda el tratamiento logopédico incluyen:

Trastornos del habla:
– Dislaliatrastorno del lenguaje,  dificultades en la pronunciación de ciertos sonidos.
– Disartria: Problemas en los músculos que controlan el habla, están debilitados o resulta difícil controlarlos, por lo que afecta a la       articulación de palabras.
– Apraxia del habla:  Es un problema neurológico que afecta las vías cerebrales encargadas de programar la secuencia de   movimientos necesarios para producir el habla.

Trastornos del lenguaje:
– Trastorno Específico del Lenguaje (TEL): Dificultades persistentes en la adquisición del lenguaje.
– Retraso del lenguaje: Desarrollo más lento del lenguaje en comparación con otros niños de la misma edad.

Trastornos de la voz:
Disfonía: Alteraciones en la calidad de la voz, como ronca, áspera o nasal,  pérdida del timbre normal de la voz por trastorno funcional u orgánico de la laringe.
Nódulos en las cuerdas vocales:  Crecimientos benignos (no cancerosos) en ambas cuerdas vocales causados por el abuso de la voz.

Trastornos de la fluidez:
Tartamudez: Que tiene problemas para producir un flujo normal del habla; el paciente que tartamudea sabe exactamente lo que el quiere decir.

Problemas de comunicación social:
Trastorno del Espectro Autista (TEA): Dificultades en la comunicación social y el lenguaje; son discapacidades del desarrollo causadas por diferencias en el cerebro y que causa dificultades en la comunicación social y el lenguaje.
Trastorno del Desarrollo del Lenguaje Pragmático: Deterioro de la capacidad para cambiar la comunicación, de forma que se adapte al contexto o a las necesidades del que escucha.

Rehabilitación después de lesiones o cirugías:
Después de cirugías que afectan las estructuras orofaciales o el sistema nervioso central.
Tras lesiones cerebrales que afectan el habla y el lenguaje.

Dificultades de lectura y escritura:
– Dislexia: Dificultades en la decodificación de palabras y en la lectura, (tiene dificultades para formar palabras correctamente,  invierte los sonidos de las palabras o confunde palabras que suenan parecido)
– Disgrafía: Problemas en la escritura, como dificultades en la coordinación motora fina; por ejemplo escribir con mala letra, con lentitud, tener dificultades para escribir en una línea sin torcerse o salirse de los márgenes y dificultad para dibujar o reproducir formas.
– Disfagia: Es lo que hace referencia a la dificultad para tragar, en algunos casos la deglución es imposible, esta afección puede ser dolorosa.

La detección y evaluación tempranas son fundamentales para determinar las necesidades específicas y el tratamiento logopédico adecuado, pudiendo variar,  según las necesidades individuales de cada paciente.

 

Pin It on Pinterest

Share This